lunes, 27 de junio de 2016

Hoy hace exactamente un año...

Hoy hace exactamente un año de que me compré los apuntes para prepararme el BIR. Recuerdo ir a por ellos a la academia con mi madre y hablar con uno de los que trabajaba allí sobre la oposición, la dificultad, si se podía aprobar a la primera o no... Ese día recuerdo estar decidida a intentarlo, a darlo todo por conseguir una de las ansiadas y escasas plazas, y a la vez preocupada por el berenjenal en el que me estaba metiendo. Empecé a estudiar esa misma tarde sin tener muy claro ni cómo iba a organizarme todos esos meses. ¡Quién me iba a decir que un año después iba a ser residente!
Ese día fue el comienzo de un camino que en realidad ya venía de antes, incluso antes de empezar la carrera... 

Os voy a contar un poco mi vida, preparaos para el rollazo. 

Cuando estaba en bachillerato decidiendo lo que iba a estudiar, tenía muy claro que quería trabajar en un laboratorio y estaba dudando entre varias carreras. Buscando información sobre ellas y sus salidas laborales, descubrí una cosa llamada Biólogo Interno Residente que permitía a los biólogos/bioquímicos trabajar en el laboratorio de un hospital y la verdad es que la idea me encantó. Así, empecé la carrera con la idea de hacer el BIR, aunque también me gustaba la idea de la investigación (hacer la tesis y todo eso). A lo largo de ella dudé muchísimo sobre cuál de esas dos opciones elegir y, finalmente, debido a la falta de información sobre el BIR en la Universidad y por parte de los profesores, lo difícil que pintaban el examen y las salidas después de la residencia, decidí dejar de lado la idea del BIR y me centré más en la carrera de investigación (como si fuera más fácil, ¡ja!) De esta forma llegué al final de la carrera con el BIR guardado en el cajón del olvido y "decidida" a hacer la tesis, ya que todos los profesores lo ponían como la única salida posible para alguien que estudiase Bioquímica (lo cual no es cierto EN ABSOLUTO). Aunque tenía muchísimas dudas sobre si de verdad quería hacer el doctorado y dedicar mi vida a la investigación, y como aparentemente con solo el grado no te contratan en ningún sitio, me metí en un máster. He de decir que el máster me gustó mucho y aprendí cosas nuevas, pero a medida que se acercaba a su final y empecé a buscar becas para la tesis, me di cuenta de que me estaba metiendo en algo que en realidad no quería sin pararme a pensar qué otras opciones había que me gustasen más. Así que pensé en qué otras opciones tenía y volvió a aparecer por mi mente el BIR, aquella idea que había desestimado tiempo atrás... Me puse a bucear por internet para buscar de nuevo información y, finalmente, me decidí a ello. Así comenzó una andadura de unos 7 meses hasta el día del examen en los que dediqué el 100% del tiempo a estudiar.

A lo largo de esos 7 meses me he sentido de muchas formas distintas, en plan montaña rusa. Unos días me daba la impresión de que no era para tanto y que lo llevaba bastante bien, mientras que otros días me parecía que no recordaba nada de lo que había estudiado e iba a ser incapaz de retener tanta información. Es algo normal que ocurre mientras preparas el BIR (o cualquier otra oposición), todos en algún momento de tanto estudio nos preguntamos cómo se nos ocurrió meternos en este lío. Lo que yo hacía en estas situaciones, os lo aconsejo, era pensar en lo que podía conseguir (mi querida plaza) y ser consciente de que un mal día lo tiene cualquiera.
El mismo consejo sirve para otra de las sensaciones que sentí (y vais a sentir, si no lo habéis hecho ya) mientras estudiáis para el BIR, que es la incertidumbre. Van a aparecer pensamientos por vuestra mente de si estáis tirando meses (o años) a la basura cuando podríais estar buscando un plan B como echar el CV por ahí, buscar un trabajo a media jornada, estudiar algo más (idiomas...) Yo pienso que es mejor dedicarse a estudiar el BIR a tiempo completo, aunque obviamente esto ya depende de la situación de cada uno porque no todo el mundo tiene la posibilidad de estar estudiando sin trabajar y sin ingresos.
Y después de este periodo de estudio con sentimientos encontrados, los nervios del día del examen y posteriores mientras esperaba los resultados, la elección de plaza... Llegó el día de empezar en el Servicio de Análisis Clínicos y conocer a todo el mundo (resis, facultativos, técnicos...) y solo puedo decir que estoy verdaderamente encantada con la gente que hay, el ambiente, todo lo que estoy aprendiendo...

Todo el rollo este que he soltado viene básicamente a decir que, a pesar de todas las dudas que tengáis mientras os preparáis el examen y los momentos de bajón, los dejéis de lado y no desistáis porque ¡la residencia merece totalmente la pena! 

lunes, 20 de junio de 2016

Mochileando (mis primeras guardias de mochila)

La semana pasada tuve por primera vez lo que es conocido como "guardias de mochila", en las que te quedas en el hospital hasta las 10 de la noche, por lo tanto son 7 horas de guardia entre semana y 14 los fines de semana. Estas guardias sirven de toma de contacto y para ir cogiendo experiencia antes de hacer las "de verdad" que son las de 17 y 24 horas. Te puedes poner las que quieras al mes y cuando quieras, ya que en realidad no estás cubriendo a nadie, solo son para aprender. Este mes, como no empezamos con las guardias hasta la semana pasada, nos hemos puesto 4 cada R1.
¿Y por qué se llaman guardias de mochila? Pues básicamente porque vas pegado a la espalda de tus R-mayores que te van enseñando y explicando, y tu generalmente solo miras o haces cosas supervisada por alguno de ellos. Estas guardias se hacen en el laboratorio de urgencias, que en el caso de mi hospital, está integrado en el core. Obviamente las pagan, que es importante también, ¡y te sale gratis la comida! Si fueran guardias de las de 17 o 24 horas el hospital también te paga la cena y el desayuno del día siguiente. 
Así es como te ven tus R-mayores
Por lo que he visto en general las guardias de análisis clínicos son tranquilas. Los residentes están validando los resultados de las poquitas muestras que llegan y ayudando a los técnicos a resolver los problemas que surjan con los equipos. Además, se parten la guardia por la tarde para poder descansar como una horita y luego por la noche hacen dos turnos, uno de 12 a 4 y el otro de 4 a 8 de la mañana.
En total, en horario de guardia se quedan 2 residentes (más la mochila) y 4 técnicos. El facultativo no está presencial (salvo el sábado por la mañana), sino que está localizado, por lo tanto los que llevan el control de todo el laboratorio son los residentes.
En cuanto a mis impresiones sobre esta experiencia, he flipado bastante con todo lo que saben mis R-mayores y lo bien que se manejan en el laboratorio, ¡me parece imposible que algún día yo sepa
tanto! Me estuvieron enseñando un montón de cosas, la mayor parte era
nuevo para mí porque sobre todo llegaban muestras de hematología y yo no rotaré por ahí hasta principios de R2. También me pasaron material para irme leyendo y estudiando con la calma. El primer día que tuve guardia, que fue el viernes, se me hizo más cansado. ¡Llegué a casa reventada! Sin embargo, la guardia que tuve el sábado se me pasó volando, lo contrario de lo que pensaba que iba a ocurrir.
Y he visto un poco de todo, lo más interesante que ocurrió es que llegó una muestra de sangre de un hombre que había tenido un accidente de tráfico, y el juez mandó una orden para que custodiáramos la sangre hasta que analizaran si había consumido algún tóxico (drogas, etc.) También extensiones de sangre de una leucemia aguda, de un neonato de 6 meses... De lo que menos vi fue precisamente orinas, jaja.
Ya contaré más sobre qué tal me va de mochila y la residencia en general. 

martes, 7 de junio de 2016

Comenzamos rotando por... ¡orinas!

Escribo esta entrada después de varios días desde que empecé a trabajar de verdad en el laboratorio. Han sido unos días de hacer papeles (si, todavía sigo) y de conocer a mucha gente: R-mayores (muy majos, hicieron una comida de bienvenida), técnicos, facultativos...
A todos los residentes nuevos nos han puesto a rotar por lo que se conoce como "laboratorio core" que es en el que se realizan las pruebas bioquímicas más básicas (orina, coagulación, fármacos...) Nos dieron a cada uno un horario con las rotaciones del primer año y en mi caso he empezado por la sección de orinas del core. Como la primera rotación pilla en verano, nos han puesto a todos un mes de más por si nos cogemos vacaciones, de forma que estaré 3 meses rotando por orinas. Ya me han dicho los R-mayores que es mucho tiempo, así que en Septiembre seré una súper-experta en analizar pis jeje.
La sección de orinas está formada por un osmómetro, un detector de sangre oculta y 4 equipos automáticos que realizan el análisis bioquímico de la orina (con tiras reactivas) y, en las muestras que tengan algún valor alterado, analizan automáticamente el sedimento urinario.
Estos primeros días estoy trabajando con las técnicos (son encantadoras y me hacen caso) para aprender a usar los equipos. Básicamente su trabajo consiste en procesar los resultados, es decir, ir comprobando los sedimentos uno a uno, ya que a veces el equipo se equivoca al identificar qué tipos de células hay (u otras cosas como cilindros, cristales), al hacer el contaje... También repiten de forma manual el análisis de algunas muestras con el microscopio óptico, por ejemplo en las orinas con hematuria intensa que en el analizador automático se ve muy mal, o si aparecen hematíes con alguna alteración morfológica (los famosos dismórficos), etc. Estas revisiones las suele supervisar el facultativo encargado de la sección, y luego las técnicos actualizan los datos en el programa informático antes de mandarlos a validar. De la misma forma, también hay que repetir la tira reactiva si no concuerdan los resultados con los del sedimento.
Por ahora estos días he ido procesando algunas muestras e intentando hacer el ojo a los sedimentos y a diferenciar los distintos tipos celulares que pueden aparecer, los cristales... Puede parecer un poco absurdo, pero a veces es realmente difícil saber si lo que estás viendo es un leucocito grande, una célula de transición pequeña o un hematíe grande y un poco arrugado; o diferenciar bacterias de mini cristalitos amorfos... Y por lo que me han dicho, ¡a partir de la semana que viene me van a dejar solita y por mi cuenta procesando! :S Además, la facultativo que lleva lo de las orinas ya me ha mandado cosas para estudiar, como causas de interferencias en los resultados de la tira reactiva, libros sobre sedimento urinario... Más adelante, cuando sepa más sobre el tema, ya pasaré a validar los resultados, a consultar la historia clínica del paciente, etc.
Así que nada, en estas estoy ahora. ¡Ya escribiré más sobre mis aventuras con el sedimento urinario!

miércoles, 1 de junio de 2016

Primeros días en el hospital

¡Hola! Hace ya una semanita desde que me incorporé al hospital, ¡cómo pasa el tiempo! Bueno, os comento resumidamente en qué han consistido estos primeros días de mi vida como residente y en los que apenas he pisado el laboratorio.

El primer día tuvimos el "acto de acogida" en el que nos convocaron a todos los residentes y varios
jefazos del hospital nos dieron la bienvenida y soltaron cada uno su discursito. También nos dieron un pendrive con información y un par de guías (alguna más útil que la otra). Un poco rollo la verdad. Luego nos hicieron a todos los residentes una foto juntos y poco más. Conocí al otro BIR que está en el mismo hospital (en otra especialidad) y a mis dos co-R de bioquímica clínica (QIRes) que van a estar en el mismo servicio que yo. Después me pasé por mi servicio a ver si podía conocer a mi tutora, que ha resultado ser una mujer muy simpática :) También me presenté a algún facultativo y residente que pillé por el camino hasta que conseguí localizarla, jaja. Ya mañana jueves, que es el día que empezamos en el laboratorio, haremos la presentación oficial de los residentes a todo el servicio.

El segundo día fue cuando firmamos el contrato, un momento muy esperado porque ya sí que sí somos residentes. Fue un día largo, de papeleo, colas, esperas eteeeerrrnas, de recorrerse el hospital entero en plan gymkana... Nos citaron a los más de 100 residentes a la misma hora para firmar el contrato y nos iban llamando aleatoriamente en grupitos, así que aquí  ya pasé unas cuantas horas (y alguna más por esperar a mis compis de servicio). Después de esto comenzó la gymkana hospitalaria, no porque hubiera una en sí, sino porque había que ir por distintos servicios del hospital para que nos dieran varias cosas: que si la tarjeta para identificarnos, la taquilla, la bata, la cita para el reconocimiento médico... Y en cada uno de estos sitios había cola, así que ya os podéis imaginar.

Los tres siguientes días tuvimos el curso de acogida de residentes y el de protección radiológica. El primero no estuvo mal, fueron dos días de charlas de media hora cada una aproximadamente. Algunas estaban bien y fueron entretenidas (sobre todo las que dieron R-mayores de algunas especialidades) y otras fueron insufribles, todo hay que decirlo. Pero bueno, por lo que me he enterado antes era peor porque el curso duraba 2 semanas, así que tampoco me puedo quejar. En cuanto al curso de protección radiológica, nos lo metieron a presión en un mismo día y a la mañana siguiente (que ha sido hoy) nos hicieron el examen y si lo apruebas te dan un diplomita (que nunca viene mal). El curso este en general fue bastante coñazo, con alguna charla especialmente soporífera.
Pero lo bueno del curso-rollo es que hoy al terminarlo todos los R1 nos hemos ido a un bar cercano al hospital ¡de cañas! En plan para celebrar el "fin de curso" y conocernos todos un poco mejor, que a partir de ahora nos dispersamos por el hospital y cada uno se va a su servicio. Estuve hablando con residentes de bastantes especialidades y la verdad es que todos muy majos, parece que hay muy buen ambiente en general :)

Así que nada, así ha pasado mi primera semanita en el hospital. Mañana llega el deseado día de la incorporación real al servicio y de conocer a todo el mundo. ¡A ver que tal!